Capillas y montajes eléctricos: diversidad formal, objetivo común

Mesa redonda sobre arquitectura de la X Bienal Iberoamericana de Arquitectura y Urbanismo en el marco de la itinerancia de la exposición de la décima edición de la BIAU. Con la participación de los comisarios Ángela García de Paredes e Ignacio García Pedrosa. La Bienal Iberoamericana de Arquitectura y Urbanismo es una iniciativa del Ministerio de Fomento del Gobierno de España, como un espacio de intercambio de experiencias y debate entre los profesionales de la arquitectura y el urbanismo de los países iberoamericanos.

En esta ocasión, en la Décima BIAU, con el título genérico de  “Desplazamientos”, tuvo lugar en el Colegio de Arquitectos de Madrid,  y transmitido, como es habitual en streaming por ST-TV, el canal de TV online de ST Sociedad de Tasación, una interesantísima mesa redonda en la que, además de los comisarios antes nombrados, el decano del COAM, José María Ezquiaga, participó Fernanda Canales (México, arquitecta) como representante del Jurado de Panorama de Obras y dos de los premiados en esta edición: Nicolás Campodónico, de Argentina y José María Sánchez García, de España. 

Efectivamente, mirando en conjunto, a lo largo de la historia ya importante de estas bienales, podemos encontrar un hilo conductor: la investigación y el acercamiento, mediante ésta, a la gente y sus necesidades reales.

X BIAU: Desplazamientos

En concreto esta décima Bienal comenzó a plantearse en marzo de 2015; por primera vez, en lugar de la habitual designación directa, se abrió un proceso concursal en el que las ciudades que lo desearan se postularan como sede; Oporto y Sao Paulo, fueron finalistas y al no haber sido nunca sede Sao Paulo, se decidió por distinguir a esta ciudad brasileña.

En esta ocasión se preseleccionaron  1.111 obras y publicaciones. Se concedieron 26 premios a obras arquitectónicas, 6 para libros, 2 para periódicos, otro para video, y premios a Tesis doctorales. Los premios fueron otorgados por un Jurado seleccionado con criterios de idoneidad:  arquitectos en activo, y preferentemente premiados en anteriores convocatorias.

Esta exposición de la X Bienal ha paseado, antes de venir a España, por América y Europa; desde Bolivia, Houston, a la Trienal de Milán (contar a Europa arquitectura Iberoamericana),  para recalar, por fin en la península, itinerando de Sevilla a Oporto y finalmente, Madrid.

La Bienal no es solo un premio, es el reconocimiento a algo que sucede alrededor del mundo de la arquitectura y el urbanismo. No se limita a informar al mundo de lo que sucede en Iberoamérica,  sino que además, LO CONSTRUYE, mostrando otras formas de vivir la arquitectura.

Entre los premiados, todos sobresalientes, dos de los más representativos estuvieron en esta Mesa Redonda, explicándonos sus maravillosas obras, tan distintas en lo formal como poco distantes en su espíritu profundo

Capilla de San Bernardo; Nicolás Campodónico

Es este un proyecto que habla sobre la luz y el territorio. Campodónico escuchó hablar en 1994 por primera vez de la luz como material. Cuando, por encargo, fue a proyectar una Capilla en una finca familiar, esta revelación tomó forma en forma de condición. En plena Pampa, al este de la provincia de Córdoba, se da, como sólo sucede en las grandes llanuras, el fenómeno de la luz horizontal… incluso, a veces, inferior, por la curvatura de la superficie de la tierra. La segunda condición constructiva, era que se usara el propio territorio como concepto; el ladrillo fue el material tangible elegido: tierra, agua y fuego. Se usaron para el exterior los ladrillos de una antigua casa rural y sus corrales, con toda su carga de historia y de apego al territorio.

El volumen de la capilla se abre en dirección a la puesta del sol, captando la luz natural en el espacio interior. Por fuera de éste, un palo vertical y otro horizontal se disponen por separado y son proyectados hacia el interior, donde se compone, gracias a la luz, la cruz que, todos los días, durante todo el año, se desliza por el interior curvo de la capilla,  que fue inspirado, en su diseño e incluso en su construcción,  por los hornos tradicionales argentinos

Para construir esta  parte abovedada, se usaron las técnicas constructivas –ingeniosamente actualizadas- de los hornos de carbón vegetal argentinos, como se ve en la fotografía.

Merece muy mucho ver las fotografías de la obra terminada, siguiendo este enlace.

Industria de Montajes Eléctricos; José María Sánchez García

José María Sánchez García, el otro premiado que intervino con una interesantísima conferencia en la Mesa Redonda, presentó su sorprendente propuesta para Industria Montajes Eléctricos, cuyo resumen y fotografías, puede verse siguiendo este link. 

El proyecto, en plena crisis, fue encargo privado de una pequeña industria familiar; el entorno, era el habitual de los polígonos en España; algo anodino, que solía resolverse con una serie naves individuales, cada una con su zona de maniobras sin mucho que decir.

La solución, finalmente, supera el poco interesante paisaje del polígono de Don Benito, cimentando su brillo en tres estrategias:

PLANTA RECINTO. Frente al típico nave industrial + explanada abierta, el edificio se apropia del solar, ocupando el perímetro de la parcela totalmente y conteniendo un patio de maniobras interior, cuya dimensión, condicionada por el radio de giro -15m- de un tráiler, contiene un anillo circulatorio que genera una secuencia de espacios que permiten recorrer todo el edificio de manera continua.

GEOMETRÍAS DESPLAZADAS. El desplazamiento del patio respecto al centro del cuadrado que es la parcela, permite generar dos anchos de crujía: una de 6 metros para oficinas y otra de 9 metros que alberga las zonas industriales (talleres, almacenes, etc.

INDUSTRIAL VERNÁCULO. La estructura, de pórticos metálicos, se cubre con chapa galvanizada, en alusión al contexto local, como único material tanto el interior como el exterior del edificio, generando un llamativo juego de brillos y contrastes. De forma ingeniosa y creativa, mediante un juego de geometrías desplazadas de nuevo, pero esta vez en troquelados sobre esta chapa galvanizada, se dota a todas las zonas del edificio (oficinas e industriales) de una iluminación realmente asombrosa. Y ello sin perder el pie forzado que para los promotores era el aislamiento, tanto térmico como acústico.

Se quiso trabajar entonces ese patio de maniobras interior, para que fuera algo más que el lugar donde el camión va a maniobrar y cargar o descargar su mercancía.  Hacer del movimiento de un trailer una obra de arte, un baile excelso dentro de un teatro asombrosamente esencial.

Distintos, no tan distantes

Siendo proyectos diametralmente opuestos, mantienen, sin embargo, algunos puntos en común en la filosofía, en el ser profundo de ambas obras: la búsqueda de la geometría (una circular, la otra cuadrangular), o el material constructivo único y pegado al terreno; la luz como elemento integrador y definitorio, y el uso de ésta para dotar de volúmenes y carácter a las diferentes partes de ambos edificios

Si pensamos que la arquitectura se trata de hacer los mejores espacios posibles con los recursos disponibles, son dos ejemplos de cómo la arquitectura puede encontrar la excelencia en la sencillez y la operatividad. La cercanía a lo que la gente necesita (satisfacer las necesidades reales) es lo que da majestuosidad real a la arquitectura.

Y esta dualidad/unidad es lo que da sentido a esta Décima Bienal Iberoamericana de Arquitectura y Urbanismo.